Para poner en marcha tu planificación, has de tener en cuenta algunos aspectos básicos a cerca de cómo funcionará nuestro cuerpo en respuesta a los estimulos del entrenamiento, y por supuesto, nuestra mente, como encargada de recordarnos el porqué del entrenamiento en la búsqueda de nuestro objetivo marcado.
El entrenamiento, desde la unidad más pequeña; sesión, a la más grande; macrociclo, debe de regirse según los principios del entrenamiento:
- Principio de la individualización: cada entrenamiento debe de ajustarse a las características de la persona, desde el punto de vista biológico hasta el personal; como puede ser el poder conciliar entrenamientos con los que haceres familiares.Poder asimilar el entrenamiento y poder aplicar una nueva carga sobre un estado óptimo en el deportista es lo primordial, puesto que sino el entrenamiento no supondrá un estimulo que busque mejorar sino que nos llevará a un detrimento del rendimiento.
- Especificidad: teniendo en cuenta las características propias de la modalidad y competición, el entrenamiento va programado a la mejora del rendimiento en la modalidad en la que se pretende rendir; un ejemplo sería, ¿Para qué realizar sesiones de fondo de 3 horas para rendir en una competición de duración de 40´? Todo tiene su sentido, puede que exista un sentido en ese tipo de trabajo, pero…trabajar otras cualidades o capacidades más específicas puede ser más interesante. De igual modo…¿entrenar siempre en MTB o en bici de ruta? ¿Qué modalidad practicas?.-
- Principio de la unidad funcional: desde las repeticiones o series, pasando por la sesión o la planificación semanal, tienen un sentido dentro del macrociclo de entrenamiento. Entrenar no se basa en tachar días en el calendario como «HECHOS» sino que «debemos de encajar cada entrenamiento en cada objetivo especifico, para conseguir así el Objetivo Final.»
- Progresión: como cualquier aspecto en la vida cotidiana, cuando comenzamos con una práctica pretendemos un objetivo, debemos de ir poco a poco, marcandonos pasos intermedios a cumplir que nos permitan adaptarnos al cambio y el sobreesfuerzo para, finalmente conseguir la meta final.
- Multilateralidad: debemos de atender a todos los requerimientos del deporte, desde las cualidades físicas que afectan al rendimiento hasta las técnicas y estrategias competitivas, además debemos de proporcionar diferentes estímulos para que el cuerpo responda ante diferentes situaciones. Diferentes estímulos provocan diferentes resultados. El trabajo de la fuerza u otras actividades, en este aspecto, intenta llevar a cabo una mejora «cruzada» o un entrenamiento concurrente.
- Sobrecarga: modular la cantidad de trabajo o entrenamiento que realizamos nos permitirá adaptarnos poco a poco a un nivel de exigencia superior sin que nos suponga un estrés adicional o un nivel imposible de alcanzar. Así pues deberemos de alternar periodos de entrenamiento arduo, seguido de periodos de adaptación o mantenimiento para poder incrementar de nuevo la carga de entrenamiento.
- Continuidad: la clave de alcanzar nuestras metas está en perseverar, día tras día pensemos en que podemos lograr aquello que nos hemos propuesto, el cuerpo irá asimilando las cargas de entrenamiento y finalmente responderá alcanzando el rendimiento esperado.
- Reversibilidad: «para estar arriba, se debe estar primero abajo» tras alcanzar el periodo de máximo rendimiento se debe de regresar a un estado basal de rendimiento o perder poco a poco la forma regenerando así las funciones biológicas y creando un siguiente escalon para el próximo periodo de acondicionamiento.
Ahora que conoces cómo funciona nuestro cuerpo y mente dentro del entrenamiento,
¿Vas a entrenar teniendo en cuenta los principios que marcarán tu éxito?
Estos han sido los «principios del entrenamiento» según los cuales los entrenadores en Nub se basan a la hora de planificar el entrenamiento.